Existen responsabilidades específicas que aseguran el ciclo de trabajo y la mejora continua en mantenimiento
El proceso de gestión del trabajo consiste en seis etapas que reúnen una serie de elementos como la gestión de materiales, herramientas de confiabilidad, personas y equipo de trabajos.
Estas etapas se relacionan con tres funciones básicas: confiabilidad, planificación y ejecución, las que establecen responsabilidades específicas que aseguran el ciclo de trabajo y la mejora continua en mantenimiento.
La identificación y análisis son aquellas etapas en las que se define y mejora la estrategia, mientras que la planificación, programación, asignación y ejecución permiten la materialización del trabajo.